Tres tipos/fases diferentes de IA

1.   IA estrecha/débil. Una máquina puede realizar una tarea específica en un rango predeterminado y predefinido mejor que un humano.

2.   IA general/fuerte. Una máquina puede realizar cualquier tarea intelectual (sin instrucciones específicas) con el mismo nivel de precisión que lo haría un humano. La máquina debe ser capaz de resolver problemas, sacar conclusiones en condiciones de incertidumbre, planificar, aprender y utilizar los conocimientos en la toma de decisiones.

3.  Superinteligencia artificial. Una máquina puede superar a los humanos en todos los aspectos de una tarea, desde la creatividad hasta la sabiduría general, pasando por la resolución de problemas.

Se puede decir que la "IA estrecha avanzada" es el lugar en el que nos encontramos en este momento. El principal objetivo para los próximos años es tratar de dominar la IA general, donde la atención se centra en el aumento de la capacidad del componente de autoaprendizaje. Hay preocupación por la superinteligencia artificial, ya que esto podría significar que las máquinas superinteligentes se apoderen del mundo eliminando a la humanidad. La teoría más optimista es que la IA y los humanos van de la mano optimizando los procesos actuales.

Ejemplos de IA

• Coches que se conducen solos. La IA toma el control total del funcionamiento del coche.

• Lenguaje y habla. La IA traduce cualquier idioma en otro en cualquier función posible (texto, subtítulos de vídeo, asistentes inteligentes). Los servicios de asistencia se convierten cada vez más en interfaces controladas por voz.

• Reconocer patrones en conjuntos de datos. La IA comprende rápidamente las prioridades del cliente y predice sus necesidades para una rápida toma de decisiones.

• Robótica e Internet de las cosas (IoT). Sustitución de empleados en procesos de producción complejos, microcirugía o trabajo en lugares peligrosos. La IA también proporciona sensores inteligentes conectados al IoT, por ejemplo a un cepillo de dientes (enseña a cepillarse mejor) o a un termostato (optimiza los costes energéticos en función del comportamiento personal).

El principal uso actual de la inteligencia artificial es reducir o evitar tareas repetitivas fáciles. Llevando la IA al siguiente nivel, una máquina de IA no necesita ser programada explícitamente por personas. Los programadores dan algunos ejemplos, y el ordenador va a aprender qué hacer a partir de esas muestras: la programación codificada ya no es necesaria, ya que la máquina tendrá el control por su capacidad de autoaprendizaje.

Beneficios de la IA

• Acceso. Los robots de IA pueden ubicarse en lugares que no son seguros para los humanos (desde laboratorios a minas, desde cuevas profundas del océano a otros planetas).

• Exactitud y precisión. Las decisiones difíciles pueden tomarse con argumentos basados en datos y no están limitadas por la falta de atención humana, el miedo, la distracción y las respuestas emocionales.

• Tarea manual recurrente. La IA puede encargarse de tareas repetitivas de bajo nivel, lo que permite a los empleados realizar un trabajo más estratégico y de alto valor.

• Comodidad: facilidad para hacer las cosas. Esfuerzo limitado, alta recompensa.

Inconvenientes AI

• Falta de transparencia. Se permite que la IA tome las decisiones basándose en un algoritmo de autoaprendizaje: difícil de entender y cuestionar, especialmente si los expertos abandonan la empresa.

• Ética. Si personas condicionadas por cuestiones políticas, culturales, económicas, sociales entrenan a la máquina de IA, el sistema se contaminará con datos discriminados y, por tanto, el resultado será sesgado (garbage in, garbage out). Esto será cada vez peor (profecía autocumplida). Los prejuicios son un punto ciego.

• Responsabilidad. Se ha vuelto más difícil señalar al responsable de una máquina de inteligencia artificial que falla. Al final, ella misma fija su rumbo.

• Cuestiones de privacidad. Compromiso entre la garantía de privacidad y más datos (que conducen a mejores resultados).

Como se ha dicho, el crecimiento del campo de la IA ha sido exponencial en la última década. La pregunta no es si se avanzará más, sino cuánto. ¿Es posible crear una máquina con una creatividad consciente e increíble que se incline hacia las emociones? El tiempo lo dirá, pero, lo realmente preocupante para los ciudadanos de a pie, es que las personas vayamos eludiendo el acto de pensar, que nuestro pensamiento crítico sea sustituido por máquinas, que nos olvidemos de ser y estar.

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