1
Para cuando cumplan 18 años ya habremos pasado el 90% de nuestro tiempo presencial con ellos. El resto se reduce a visitas, llamadas y vacaciones que nunca parecen durar lo suficiente.
2
Los primeros siete años, lo moldean todo, cómo se conectan, cómo confían, cómo se ven a sí mismos... y cómo nos ven a nosotros.
3
Tenemos... 1 año con un bebé, 3 años con un niño pequeño, 5 años con un niño en edad escolar, 3 años con un preadolescente, 5 años con un adolescente.
4
Y eso es todo. Cada etapa es más corta de lo que parece, cada fase, se va antes de lo que estamos preparados.
5
Lo que perdura es la relación que construimos, la seguridad, las risas, la forma en que reparamos. Después, en los momentos difíciles en sus vidas, todo eso se convertirá en su voz interior.
6
Y luego un día... sólo quedará la forma en la que hablan de nosotros, la manera en las que nos incluyen cuando tienen su propia pareja, la manera en la que nos recuerdan cuando ya no estemos.
7
Y aún así, criar hijos puede traernos algunos de nuestros días más difíciles, esos que te hacen dudar si lo estamos haciendo bien.
8
Recuerda, no estas solo o sola, estás haciendo un trabajo sagrado, incluso cuando parece algo cotidiano. Puede que no recuerden cada detalle, pero seguro recordarán lo queridos que se sintieron por ti, por vosotros.
■